jueves, 9 de septiembre de 2010

QUE ESTA PASANDO?

Leia este fin de semana las encuestas sobre la huelga general que nos daban unas cifras de seguimiento ínfimas, incluso menores que la huelga de funcionarios y entonces me senté y me puse a mirar a mi hija y me empezaron a asaltar una serie de miedos.

Mi padre delegado de CCOO en la rama alimentaria en los años 70/80, mi madre delegada de UGT, se habían partido la cara para tener derechos, y yo que sociedad y que mercado laboral le voy a dejar a mi hija?

Estoy viendo como poco a poco, los derechos se van perdiendo y nosotros no luchamos por tener más, estamos luchando por mantener los que nos han dejado, y por si fuera poco con una enorme resignación.

Que nos esta pasando?, porque hace 30 años en este país los trabajadores, luchaban por sus derechos, conseguían objetivos, porque nosotros no luchamos, porque nosotros nos conformamos, es que hemos perdido el valor, es que no tenemos necesidad, es que no nos quitan lo suficiente?

No quiero hablar de historia, me gustaría hablar de nuestro presente, tenemos unos políticos mediocres en general, unos gestores que han perdido iniciativa, unos sindicatos que han perdido nervio, una sociedad que mira para otro lado.

Creo que la huelga general será un termómetro de la sociedad que nos espera en los próximos años, y debemos de valorar esto no solo en el presente sino en el futuro, en el que les dejaremos a nuestros hijos. En estos momentos debemos de tener unas miras mas allá de este justo momento, debemos de mirar hacia el futuro y despertar de " esta longa noite de pedra" como escribió Celso Emilio Ferreiro.

4 comentarios:

  1. En los 70 y 80 los trabajadores se sentían representados por los Sindicatos; hoy no. Tendréis que hacer examen de conciencia para saber por qué, digo yo.

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  2. En los años 80 los trabajadores creian en la colectividad, en la mejora en la union hoy se cree en el yo, en el individualismo, en a mi me va bien y al resto que les jodan, no es un problema de los sindicatos es un problema de la sociedad, cada vez hay menos gente dispuesta a luchar, nos conformamos con quedarnos como estamos.

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  3. Hay demasiado conformismo y es una pena. Yo por ejemplo estoy organizando un contencioso en colectivo contra la convocatoria de promoción interna a Administrativo por el tema de las 2 áreas (una específica del SPEE) y todos los afectados deberían unirse en masa a luchar por sus derechos. Sin embargo, del total de gente que se presentará por el área I (imagino que miles), somos sólo 50 personas en el grupo, y eso a pesar de que apenas tendrían que mover un dedo (pues lo estoy organizando todo yo, ya tenemos abogado, etc) y sale baratísimo (28€ el abogado cada uno, y máximo 35€ el poder notarial para que nos represente, aunque a la mayoría les costará menos de 10€). Todavía tengo esperanza de que se una alguna persona más (que me escriba a silviamar@gmail.com), pero seremos muy pocos en comparación con la gran cantidad de perjudicados.

    Seguro que la mayoría piensa que no servirá para nada poner un recurso, porque la Justicia es lenta y no siempre justa, porque la Administración no va a cambiar, porque blablabla. Pero no se dan cuenta de que, independientemente de que ganes o pierdas el recurso, habrás puesto de manifiesto tu desacuerdo con lo que sucede, no te habrás callado, habrás dicho "de mí no se ríen"... En cambio, con esa pasividad lo que dices es que estás de acuerdo con lo que te están haciendo, como si fueras masoquista... Y da igual que hablemos de un recurso, de una huelga, o lo que sea.

    ¿Cómo es posible que la gente "pase" así de todo lo que les afecta? Cierto es que creo que existe un grave problema de representatividad de los sindicatos, y yo no me siento representada en general por ellos. Pero independientemente de eso, cada uno tiene que luchar por lo suyo. Llevo tan sólo dos años en la Administración y tal vez sea mi inexperiencia en este mundillo, pero creo que si uno no defiende sus propios derechos, estamos apañados. Aunque claro, para la mayoría es más fácil no esforzarse en nada, y dejar que sean los demás quienes luchen para defender los derechos de todos. Así nos va...

    Ya vale de excusas, siempre hay excusas para todo: "no tengo tiempo", "ya tengo muchos problemas de los que ocuparme", "para qué voy a hacer algo si total no servirá para nada"... Esa es la posición fácil, conformarse y no mover ni un dedo, pero eso sí, quejarse en casa, quejarse en las oficinas, quejarse con los amigos... Las cosas no cambian si uno no lucha porque así sea. No sé cómo la sociedad ha llegado a este punto, pero me parece muy triste.

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  4. Hola Cesar, ayer pedí a un amigo común que me pasara el "famoso" escrito tuyo sobre la huelga. Y me pasó ese y algunos más. Tengo algunas cosas que decirte, pero en concreto sobre éste creo que además de poner el corazón (yo también abuso de ésto y miro a mi hijo y pienso lo mismo que tu) hay que ver que el contexto ha cambiado. Dices que no quieres hacer historia, pues análisis histórico es lo que hay que hacer y ver cómo ha cambiado el tejido productivo, la ordenación de los convenios, la segmentación del trabajo y de los trabajadores y sus condiciones de trabajo y el lugar que ocupa hoy el movimiento sindicial. En un mundo fragmentado, ideologicamente individualizado, donde lo que prima es eso de la "gestión del riesgo" que no es más que "salvesé el que pueda y ver si el que puede soy yo" los sindicatos del siglo XIX no tienen mucho campo. Y a esto suma la condición de los y las funcionarias. Desde la concepción marxiana de clase, es difícil incluirlos en alguna de las clases, la extracción de plusvalor de la que hablara Marx no existe en función pública. Quizá deberíamos tener ésto en cuenta para analizar muchas cosas que pasan en nuestras secciones de forma más precisa, sin culpalidades y resentimientos. Comprendiendo muchas reacciones y buscando dónde y cómo podemos encontrar aquí dentro la solidaridad.

    No te entristezcas y sigue con tus provaciones. Al menos a mi ya me gustan.
    Bego

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